13 ago 2012

V

Al parecer tenía razón, cuanto más tiempo pasa, más se va aliviando el dolor. O también es posible que la razón de mi alivio sean tus chutes nocturnos -y sorpresa- de cariño, y la satisfacción que solo quedan dos semanas justas para poder volver a admirar tus ojos profundos y volver a meter la mano en tu enredado pelo rubio. Pero si pienso que solo han sido dos míseros días los que he estado sin ti, me vuelvo a derrumbar. Es más del doble de tiempo del que ya he esperado! Pero me muevo, y hago cosas, aprovechando mi último verano como estudiante de instituto, porque tu vuelta también significará fin del verano, del tiempo libre, y de cualquier resquicio de infancia, o como quiera llamarlo. Buenas noches, y cuídate de las serpientes, y de la lejía, que es muy corrosiva. Te quiero.

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