Diario de Bitácora II.

Hoy me he despertado eufórica de querer hacer cosas. Tras una relajante ducha, me he puesto con mis dos cosas favoritas en el mundo: los filósofos y los nísperos. Mi plan de subir al Mejor Lugar del Mundo ha fracasado, pero igualmente me siento contenta de tener un balcón donde relajarme con una charla nietzscheana.

Un poco más puesta en la filosofía de la vida, Nadal y Djokovic me han inducido a una tremenda siesta. Y me desorino yo también con el rescate, por cierto, "ahora que se ha resuelto la cosa, me voy a la Eurocopa" ha afirmado nuestro querido presidente. ¡Y ala! Mientras haya deporte en la tele, eso que nos da igual. Tanto que afirma la señora Lindo sobre lo necesaria que es la multiculturalidad en este país, cuando realmente lo primero que hace falta es más CULTURA GENERAL. Y me hallo entre esos tantos. Como decía un tal Marinoff, "¡más Platón y menos Prozac!".

Y encima me he perdido Moulin Rouge.

Tras una charla filosófica con my own Vites, me dirigo a seguir estudiando ese gran desconocido que es todavía para mi Nietzsche. Au revoir!

Diario de Bitácora I.

Ante mi están desplegados todos lo apuntes habidos y por haber de Marx, pero mientras que en la pantalla de mi ordenador debería tintinear el guión del word, en realidad rulan millones de fotos de tumblr, esa mítica página para inspirar a los que deberían estar haciendo otras cosas. Me he prometido que algún día aprenderé a usar el facebook, y mientras tanto me rendiré a la mediocridad del tuenti, pero para eso es necesario antes dominar antes el arte del giro copernicano y la ilusión trascendental. La ventana me sigue llamando para que salte, y vaya a ver el mar, a correr con la bici, a hacer cualquier cosa más interesante que ver un guión tintinear. Aquí sigo encerrada, y seguiré, hasta que no saque a la mente a bailar.

Mis lágrimas huelen a chicle de fresa.