16 oct 2010

Vínculos rotos.

Era una cadena de corriente, corriente que ha cada segundo aumentaba el voltaje. Yo era la pieza que hacía que la corriente subiera, pero ya no podía soportar tanto dolor. Pero tenía las manos tan fuertemente atadas... con Lía, mantenía un nudo imposible de deshacer. Había tirado y tirado, pero nunca cedió ni un milímetro. Le hablé a Lía de romper su nudo con Noé, pero con un simple vistazo ya advertí que era tan fuerte como el mío. Pasaron los días, las semanas... y la corriente aumentaba. Yo tiraba, intentando deshacerme de esa presión. Hasta que un día, tirando, tirando, la corriente cedió y un nudo se deshizo. Me quedé pasmada, no sabía si ser feliz porque el dolor había parado o llorar porque ya no sentía nada. Observé mis manos con cautela. Una, seguía atada a Lía, con un nudo tan fuerte como siempre. La otra, se había deshilachado hasta romperse. Miré a Noé, y no sentí nada. Nuestra relación se había roto.

3 comentarios:

  1. Gracias por leer, me alegro de que te haya gustado ^_^

    Yo hubiese preferido carbonizarme atada a ellos, a quedar insensible, inmune, vacía.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por pasar y conentarme! Muy buena entrada, un beso :)

    ResponderEliminar
  3. http://www.youtube.com/watch?v=7Uil_moZTQk&feature=fvst

    ResponderEliminar

Opine ustez, opine.