miedo.

Pues al final fui de Lumberjack, pero creo que no tiene NADA que ver con la chica de la foto. Mi disfraz era más...varonil.

Me siente mal tener abandonado a mi pequeño .sosunfreak. , con todo el trabajo que me costó... y ahora todo el tiempo lo gasto en el otro. ¡Ni siquiera logro hacer una entrada decente! Bueno, lo que tiene el uso de la privacidad. Aunque creo que ni así, porque aunque MySecretBlog solo se lo di a un par de personas -que creí de mi confianza- una resultó no serlo, porque a pesar de irme diciendo que no leía mi blog porque eran cosas muy personales mias, cuando publiqué una entrada que quizá le hubo molestado (pero no era mi intención), se dedicó a pregonar mi blog SECRETO entre sus amigos y a ponerme por los suelos. Pero bueno, borrón y cuenta nueva, como ultimamente suelo hacer mucho. Me viene bien este cambio.

Por otro lado... últimamente me reconcome la idea de que la echo demasiado de menos. No sé, me siento a mi misma como si fuese llorando por las esquinas por nuestra ruptura, cosa que no es así. Pero creo que cuanto más intento olvidarla, se me aparece un calcetín de ella, o simplemente, cuando la quiero recordar, me pongo su camisa. Quizá debería devolverle todo ello, al fin y al cabo, son suyas, y no me hace ningún bien tenerlas. Pero dudo mucho que las acepte, o que no le moleste el que mande a un corresponsal a decírselo. Pero eso es así, is over, y nada más, ahora las miras hay que tenerlas puestas en el futuro, ¿no? No merece la pena estar por ahí como si estuvieses sola y desamparada en el mundo (aunque así te sientas a veces). Y ahora que lo pienso, actualmente me da exactamente dos pimientos que esté con Noé o no, porque más me importa que ya no está conmigo, ya no hay con quién pelearme por compartir su tiempo. Pero se sigue caminando.

Oh, carnaval, dichoso carnaval. ¡A mi me gustaba! me gustaba tanto, que cuando descubrí que los Reyes Magos (los únicos que pongo con mayúscula) eran fake, pasaron a ser mis fiestas favoritas. Pero yo ya no soy tan real como lo era antes. Ahora me da asco y repugnancia toda esa gente que sale por ahí, a drogarse (porque el tabaco y el alcohol siguen siendo drogas) y a bailar música mala, disfrazados todos iguales... Oh, ¡y los disfraces! Hubo un tiempo que bastaba con divertirse, ponerse algo gracioso, fuera lo que fuese, y salir a la calle a ver la fiesta, la animación... pero ya, no es así. Nada me convence lo suficiente, todo es basto o lo lleva todo el mundo, qué se yo.
Las fiestas, me dan repugnancia. Ver gente divirtiéndose, me repugna. Me repugna cualquier cosa que apeste a adulto. No sé que he hecho, pero yo antes, tampoco era así. Me gustaba ser pequeña, pero no me resignaba a crecer. Ahora... trato lo que sea para hacerme más pequeña, y mas. Ya ni me basta lo de siempre, me ha dado la crisis de los 16 y he vuelto a la fiebre de los pokémons, videojuegos y dar saltitos en general.

Al final, todo se reduce al miedo, miedo a crecer. Me repugnan los adolescentes, con sus prisas por crecer y hacer cosas de adultos. ¡De adultos! ¿y se puede saber cuando empecé yo a considerar que follar, salir de noche y bailar eran cosas de adultos? Ni siquiera mi lógica me acompaña en estos caminos.
Antes daba igual, porque estaban lejos, pero ahora ya los tengo encima, y me lo estoy perdiendo.



Tengo que solucionar esto.